Las máscaras generalmente son utilizadas como complemento de distintos tratamientos. Pueden ser de tejidos como algodón o fiselina, o bien de materiales que permiten ser impregnados de distintas sustancias activas para usar con electroporación. También pueden ser de gel polímero que se colocan sobre el rostro después de aplicar distintos cosméticos como final del tratamiento. Todas son igualmente efectivas porque ayudan a penetrar los principios activos.
Cubren una amplia gama según la necesidad de la piel tratada: Anti-aging, rejuvenecedoras, hidratantes, nutritivas, blanqueadoras, anti-acné.
AMPOLLAS
Generalmente se colocan como último paso de tratamiento, y al igual que las máscaras, cumplen una acción específica según las necesidades individuales.
ALGAS
Las algas son remineralizantes, estimulantes de la circulación periférica. Aportan al organismo: iodo, azufre, calcio, magnesio.
Pueden humedecerse con agua o aceites. Se absorben a través de la piel.
Se usan como tratamiento.
Afirmante: por su alto contenido de iodo, auxina, guberlinas.
Regulador de la circulación periférica: las algas pardas tienen gran cantidad de aminoácidos como Histidina; que favorecen la sudoración y permite la eliminación de toxinas.
Reductores y anticelulíticos: el iodo activa enzimas que favorecen la lipólisis de las células grasas.
Son además hidratantes, estimulantes, exfoliantes.
ARCILLA Y FANGOS
Se usan en tratamientos para reequilibrar la seborrea (equilibran la secreción sebácea), flaccidez, celulitis, obesidad.
Absorben toxinas y células muertas. Tienen efecto mineralizante y antiinflamatorio.
Los tratamientos con arcillas activan la circulación venosa y linfática, favoreciendo la eliminación de edemas.